Alguna vez se ha preguntado ¿Por que somos asi?
Muchas veces me he preguntado ¿Que pasa con la cultura paisa y por que piensan como lo hacen? A proposito de esta pregunta, me llama mucho la atencion un articulo que nos envió una seguidora de este blog, sobre una experiencia que tuvo. A continuacion lo publico con su permiso, esperando que sea del interes de todos y quedo atento a recibir comentarios al respecto de experiencias similares.
¿Por que somos asi y hacia donde vamos?
Nuestra amiga a la cual identificaremos como C.R. nos cuenta:
Quiero compartir con ustedes una experiencia. Estoy convencida que juntos podemos lograr un cambio de actitud.
El sábado pasado como usualmente lo hago, estuve en el salón de belleza ubicado en el moderno centro de negocios que se encuentra en el punto de acceso comercial reconocido como El Poblado. Esta es una zona exclusiva de la ciudad, también conocida como la Milla de Oro y especificamente les hablo de San Fernando Plaza. Como es de conocimiento de todos, la zona está rodeada por todo tipo de negocios, incluyendo instituciones financieras, sociedades nacionales e internacionales, entre otros. El complejo cuenta con la presencia de empresas de seguros, pensiones, también está la bolsa de valores, hay un casino, un centro de idiomas y un hotel, entre otras empresas reconocidas no solo en la ciudad sino en el país. De igual forma este centro cuenta con algunas pequeñas y medianas empresas que ofrecen diferentes productos y servicios. Por lo que sus visitantes provienen de diversas clases sociales y de diferentes ciudades.
El estilista finalizando su trabajo comenzó a ufanar que en el local del lado que también es de su propiedad y que anteriormente no había podido arrendar, decidió montar un SPA. Para que usara sus servicios me invitó a conocerlo y procedimos a visitarlo. Estando en el local le indague por la persona que había realizado el video que mostraba en el televisor, anunciando la propaganda de los servicios, -soy sincera su respuesta no me sorprendió-, me dijo:
- “Una rata me cotizó el video en $900.000, pero conseguí un familiar de un amigo que lo hizo en $300.000; es que se la quieren toda, sabiendo que hacer eso no vale tanto y se hace rápido, porque yo di las ideas y di las instrucciones del contenido.”
Para lo cual le respondí de inmediato:
- “ahhh, él es una rata porque te cobra más que otras personas, entonces vos también sos una rata, porque me cobras por un corte de cabello $50.000, por el simple hecho de estar ubicado en San Fernando Plaza y otros peluqueros cobran $10.000.”
Obviamente se quedó callado, pero otra persona que se encontraba en el local, le dijo, “creo que te acaban de decir la verdad en la cara”. Al menos ya había terminado de cortarme el cabello porque de lo contrario no se qué hubiera pasado, ahora me tocará buscar otro estilista…
Que lastima de verdad, que esta sea la realidad en que vivimos y que a nadie le importe que cada día que pasa estemos peor por este tipo de situaciones, que aunque para muchos pasen desapercibidas, en el fondo son las acciones que conllevan a la quiebra de las empresas. Es muy triste ver como no se valora el conocimiento y la labor que realizan personas que dedican gran parte de su vida estudiando para llevar a cabo un trabajo con la mayor perfección posible.
Y esta experiencia no es la única, en días pasados me encontraba en una floristería en el centro de Medellín, la cual es atendida por un extranjero, y al ingresar encontré un aviso de “se vende local”, le pregunté sorprendida el motivo de la decisión, porque su negocio lleva 10 años y realizan unos arreglos florares espectaculares, obteniendo como respuesta:
- “cierro el local porque me cansé que en estas tierras no valoren el trabajo de los demás, siempre son pidiendo rebajas, con la excusa de que en otros lugares hacen arreglos más bonitos y económicos. Me mamó la guerra del centavo…”
Hoy en día aun después de estas experiencias, trataré de seguir siendo una buena ciudadana. Aún así, yo sigo con la esperanza de que llegue el día que comprendamos, valoremos a los demás y cambiemos nuestra actitud sobre el valor que tiene el trabajo que realizan los otros.
Estoy absolutamente segura que los buenos somos más y podemos contribuir al cambio!!